Las mejoras en las técnicas y los materiales de construcción han conseguido que nuestros hogares sean más confortables y estén mucho mejor aislados, pero esto puede ocasionar que la contaminación interior, en forma de diversos alérgenos, olores y compuestos químicos, sea hasta cinco veces superior a la que hay en el exterior.
Pasamos más tiempo en casa, y la preocupación por la limpieza del hogar ha aumentado; hay que mantener limpias las superficies (por ejemplo, con la comodidad de los robots con base de autovaciado, o con la versatilidad de las aspiradoras escoba), pero también es importante la calidad del aire interior (CAI) que respiramos, y es aquí donde entran en juego los purificadores de aire.
Si en tu casa hay personas alérgicas, asmáticas o con algún tipo de problemas respiratorios; si tienes niños pequeños o mascotas, o simplemente deseas respirar mejor, te puede interesar un purificador de aire.
A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre estos aparatos. Si te interesa alguna categoría en concreto, puedes pulsar en los botones a continuación; al final del todo, encontrarás todos los purificadores que hemos analizado en esta web.
Índice de contenidos (pincha para mostrar/ocultar)
Cómo funciona un purificador de aire
Existen diferentes sistemas y tecnologías para purificar el aire:
Filtrado
Es la más habitual y la que utilizan la inmensa mayoría de los aparatos. En esencia, el funcionamiento es sencillo: se trata de capturar el aire de la estancia hacia el interior del aparato, y hacerlo pasar por varias capas de filtrado para luego soltarlo nuevamente, ya purificado.
Dependiendo del tipo de filtros y del grado de eficacia que alcancen estos, se conseguirá una mayor efectividad y un rango más o menos amplio de elementos a eliminar:
El filtrado de alta eficiencia es en lo que nos deberemos fijar si queremos un aire libre de micropartículas alergénicas, especialmente si somos alérgicos. Lo mínimo que deberíamos buscar sería un HEPA H13 (eficacia del 99,95%).
Otras tecnologías de filtrado
Además del filtrado de alta eficiencia, la mayoría de los purificadores incluyen una capa de carbono activo, que permite atrapar humos, olores y Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) como el benceno, el tolueno y otros, procedentes de la combustión o de productos químicos como barnices, pinturas, pegamentos, etcétera.
Filtro de carbono activo
Otra característica incluida por algunos modelos es la captura del formaldehido, un compuesto químico altamente volátil, que es producido de forma natural por muchos organismos vivos, y que se utiliza ampliamente en la industria como bactericida o conservante, encontrándose casi en cualquier sitio: en la ropa, en colchones, alfombras, plásticos, cosméticos, limpiadores, pinturas, ambientadores, madera, etcétera.
El formaldehido puede producir irritaciones en la piel y mucosas de los ojos, nariz y garganta; las personas con asma pueden ser, además más susceptibles de sufrir estos efectos.
En este apartado, destaca el Dyson Purifier Cool Formaldehyde, con un filtro catalítico permanente, que atrapa continuamente y descompone las moléculas de formaldehído en agua y CO2 y no necesita ser cambiado.
Ionización
En el caso de la ionización, se trata de cargar las partículas de polvo de electricidad estática, para capturarlas con más sencillez; al combinarse con un ion negativo, pesan más y caen al suelo, evitando que las inhalemos.
Luz ultravioleta UV-C
Con el empleo de luz ultravioleta UV-C se pueden destruir los microorganismos como virus o bacterias; la luz ultravioleta puede ser nociva para los seres vivos, por lo cual es un proceso que se realiza internamente en el aparato y no resulta peligroso.
Ozono
El ozono es un poderoso desinfectante natural, que elimina partículas contaminantes y microorganismos en el aire, superficies y fluidos. La desinfección mediante ozono es efectiva en espacios interiores, donde hay una elevada concurrencia de personas y el aire no se renueva de forma adecuada.
La desinfección mediante ozono debe realizarse en espacios desocupados, es decir, cuando no haya personas ni animales. El ozono (O3), que se genera por activación eléctrica de la molécula de oxígeno (O2).
Al ser una molécula inestable, tiene a volver a su estado natural en unos minutos; no obstante, es recomendable entrar tras haber dejado pasar un tiempo prudencial y airear la estancia tras haber realizado la limpieza con ozono.
¿Es eficaz un purificador contra bacterias y virus? ¿Captura al COVID-19?
En algunos purificadores, verás que se hace referencia a la capacidad para atrapar bacterias y virus; el tamaño de las bacterias suele estar entre 10 y 0,2 micras, mientras que los virus pueden moverse entre 0,5 y 0,02 micras.
Según estos tamaños, en general las bacterias serían atrapadas, mientras que los virus podrían «escaparse» del sistema de filtrado. Sin embargo, no es así en gran parte, por diversos factores:
Cómo elegir un purificador
Existen diversas características en las que conviene fijarse a la hora de elegir, como son:
Capacidad de filtrado
Estamos hablando del aspecto más importante del aparato. La capacidad de retención de partículas determinará la calidad del aire que obtengamos, por lo que es recomendable elegir aparatos con un filtrado de alta eficiencia HEPA (High Efficiency Particulate Air).
El HEPA 13 captura el 99,95% de las micropartículas de 0,3 micras, cifra en la que se mueven muchos purificadores, alcanzando algunos el 99,97% o incluso más (si deseas más información, puedes visitar nuestra guía sobre los filtros HEPA).
CLASE | % de retención | nº de partículas que pasan |
---|---|---|
EPA 10 | > 85% | 15.000 de cada 100.000 |
EPA 11 | > 95% | 5.000 de cada 100.000 |
EPA 12 | > 99,5% | 500 de cada 100.000 |
HEPA 13 | > 99,95% | 50 de cada 100.000 |
HEPA 14 | > 99,995% | 5 de cada 100.000 |
Algunos fabricantes informan específicamente de las pruebas a las que han sido sometidos sus purificadores, y si están refrendadas por laboratorios u organismos independientes, como pueden ser el laboratorio Airmid, el Centro Europeo de la Fundación para la Investigación de la Alergia (ECARF, por sus siglas en inglés), la British Allergy Foundation (BAF), o la Asthma and Allergy Foundation of America, lo cual añade un plus de confianza y credibilidad.
Otros sistemas de purificación
Como hemos reseñado anteriormente, la inclusión de un filtro de carbono activo para eliminar gases, humos, olores y compuestos orgánicos volátiles (prácticamente generalizada en este tipo de aparatos), o de otros sistemas que contribuyen a una mayor limpieza del ambiente, como la ionización, la utilización de ultravioleta UV-C o el uso de ozono pueden hacer que nos decantemos por uno otro modelo.
Potencia y capacidad de purificación
Ambos datos suelen ir de la mano, y muchas marcas ofrecen ambas cifras como orientación. No es lo mismo purificar una habitación pequeña que un salón, o una vivienda con techos altos que otra que los tenga de una altura convencional.
Normalmente, la capacidad de purificación viene expresada según la tasa CADR (Clean Air Delivery Rate, o tasa de suministro de aire limpio), que indica la cantidad de aire que es capaz de filtrar, normalmente expresada en metros cúbicos por hora.
Para calcular los metros cúbicos de una estancia tienes que multiplicar la superficie (ancho por alto) por la altura de la misma. Si por ejemplo, el salón tiene 20 m2 y una altura de 2,4 metros, su volumen es de 48 m3. Si el CADR del aparato es de 480 m3/h, tardaría 6 minutos en purificar toda la habitación.
Por ello, la marca británica ha creado para sus purificadores el test POLAR, con unas condiciones más reales: una habitación de 81 m3 (27 m2 por 3 de alto), sin ventiladores adicionales y con nueve sensores para medir la efectividad en las diferentes zonas de la estancia, y sus modelos incluyen la tecnología Air Multiplier, para capturar y distribuir el aire por toda la estancia.
Test Polar
Diseño
Algunos purificadores están orientados a un uso más personal, por lo que son más pequeños y se pueden poner en cualquier sitio (por ejemplo, encima de una mesa), mientras que otros son de mayor capacidad y tamaño, un aspecto que debemos considerar, ya que lo tendremos que ubicar en algún sitio de la casa.
Hay modelos de diseño más tradicional y otros con aspectos más futuristas, destacando los Dyson o aparatos como el Rowenta Eclipse, por su espectacular diseño sin aspas.
Funcionamiento automático
La mayoría de los purificadores cuentan con sensores que les permiten funcionar de manera automática, monitorizando la calidad del aire y adaptando su funcionamiento dependiendo de ésta, poniéndose en marcha cuando es necesario o aumentando la velocidad si el grado de contaminación es más elevado.
Información en tiempo real
Algunos aparatos ofrecen información en tiempo real, a través de una pantalla y/o de una aplicación en el móvil, sobre el estado de la calidad del aire (habitualmente mediante colores, para visualizarlo de forma rápida y sencilla) y otros parámetros, como la temperatura o la humedad.
Manejo a distancia
Algunos purificadores se manejan únicamente a través de un panel en el propio aparato, lo cual (aunque puedan funcionar en automático) resulta más incómodo; por ello, es preferible que incluya un mando a distancia, que sea controlable mediante órdenes de voz y/o especialmente el control mediante una aplicación en el móvil, que proporciona la máxima versatilidad.
Habitualmente, desde la app en el móvil podremos ponerlo en marcha o apagarlo estemos donde estemos, conocer la calidad del aire interior y la exterior de un vistazo, programar el aparato, ver la vida útil de los filtros o cambiar cualquier otra configuración.
Nivel de ruido
Aunque en general, los purificadores son aparatos bastante silenciosos, otro aspecto a tener en cuenta a la hora de comprar una máquina es su nivel de ruido, ya que se trata de dispositivos que en muchos casos están funcionando durante horas, y al mismo tiempo que realizamos otras actividades o que dormimos.
Algunos modelos disponen de un modo noche específico, que funciona con un nivel de ruido muy bajo y atenúa la iluminación para que no moleste en absoluto.
Mantenimiento
El mantenimiento de los purificadores suele ser bastante sencillo, y viene detallado en las instrucciones de cada aparato; habitualmente conviene limpiarlos por fuera y hay que limpiar los sensores, y cambiar el filtro cuando nos avise (en los que disponen de conexión mediante app, normalmente podemos consultar su vida útil estimada).
Por lo tanto, además del propio aparato hay que tener en cuenta el coste que pueden tener los filtros de recambio. Para ello, observa las indicaciones que te ofrece cada fabricante, ya que a veces te pueden indicar la vida útil en función de diferentes estimaciones. Por ejemplo, puede ser que uno hable de 8 horas diarias y otro de 16; para compararlos, deberías pasar todo al mismo período de tiempo, por ejemplo:
Otras funciones
Algunos aparatos incluyen otras funcionalidades además de la purificación del aire, como por ejemplo:
En algunos casos, no solo son 2 en 1, sino que pueden ser incluso 3 en 1, como el Dyson Pure Hot+Cool Link (purifica, refresca y calienta) o el Dyson Pure Humidify+ Cool (purifica, refresca y humidifica).
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