Las aspiradoras son, en general, aparatos robustos y duraderos. Es muy habitual adquirir un aparato de este tipo y disfrutar de sus prestaciones durante muchos años, sin prestarle mucha atención a su mantenimiento.
Sin embargo, esto no quiere decir que no debamos tratarlas como es debido.
Si tenemos en cuenta algunos aspectos y realizamos un buen mantenimiento de la aspiradora, tendremos más papeletas para que siga con nosotros durante mucho tiempo.
Comprar una buena aspiradora
En MiAspiradora, te recomendamos que compres el mejor aparato que te puedas permitir.
Por supuesto, existen excelentes elecciones a un precio muy asequible. Por ejemplo, entre 50 y 100 euros, puedes encontrar diversas aspiradoras de trineo muy bien valoradas.
Pero el quid de la cuestión es que, sea dentro de tu rango de precios, si un aparato es mejor, no escatimes unos euros, a largo plazo saldrás ganando.
Conserva la documentación
Es fundamental que guardes la documentación relativa al aspirador.
La factura o ticket de compra es indispensable para poder ejercer la garantía, procura tenerla en un lugar del que te acuerdes y en el que no se pierda.
El manual de instrucciones: aunque son aparatos que no requieren estudiar ingeniería, nunca está de más poder echar un vistazo al manual, a la hora de realizar algunas tareas de mantenimiento (cambiar la bolsa, limpiar los filtros o los rodillos, etcétera).
En algunos casos, podrás consultar la documentación a través de Internet, puesto que muchos fabricantes la cuelgan en sus páginas. Si es así, descárgate una copia para tenerla disponible.
El mantenimiento y el cuidado, fundamentales
Trátalo con cuidado
Sí, de acuerdo, hemos dicho que suelen ser aparatos robustos, pero… no hace falta tratarlos a golpes.
Antes de realizar las tareas de limpieza, procura despejar las estancias de elementos con los que pueda chocar (sillas, mesas, papeleras, paragüeros…).
Fíjate en lo que estás aspirando, pues se podría dañar la manguera. Evita aspirar elementos afilados o cortantes, o muy pesados.
Evita también trabajar sobre superficies húmedas (salvo que, por ejemplo, sea una aspiradora con filtro de agua).
A la hora de apagarlo, acciona primero el interruptor antes de desenchufarlo.
Tira de él correctamente
El aspirador tiene ruedas, no hay que arrastrarlo. Si lo volcamos, se puede dañar.
Al recogerlo, cógelo por la ranura habilitada para ello.
Cuidado con el cable
Si tu aspiradora es de cable, ten mucho cuidado con el mismo, ya que se puede enrollar en cualquier mueble, meterse debajo de una puerta, etcétera.
Además, el cable tiene una longitud determinada, no intentes apurar demasiado, ya que podría desenchufarse de manera incorrecta o incluso estropearse.
Un mal estado del cable puede ser peligroso, pues podría ocasionar un incendio o un cortocircuito.
Si cuenta con recogecables, procura accionarlo con suavidad y evitar que haya obstáculos que entorpezcan esta labor.
Vacíalo periódicamente
Si tu aspiradora es de bolsa, cámbiala antes de que esté totalmente llena, tendrás más potencia de succión y evitarás forzar el motor.
Si es sin bolsa, aplica la misma idea y ve vaciándola antes de que se llene.
Limpia el cepillo
Es importante limpiar también el cepillo del polvo, hilos, pelos, etcétera que pueda acumular.
Además de ocasionar un peor funcionamiento de la aspiradora, en algún caso podrían llegar a ocasionar obstrucciones y/o a forzar el motor más de lo imprescindible.
Limpia los filtros
Por el mismo motivo, si vas limpiando los filtros, tu aspiradora funcionará mejor. Algunos modelos tienen filtros lavables, mira las instrucciones del tuyo.
Revisa las ruedas
Periódicamente, limpia las ruedas para evitar que la suciedad que puedan tener pegada manche o incluso raye el suelo.